sábado, 27 de marzo de 2010

Criados en la abundancia

Para hacer esta entrada me he fijado en un artículo publicado en “La Vanguardia”. Con el cual he dado nombre a este post. Pero también he reflexionado hoy. Un día de compras por Barcelona City, con la mejor compañía que podía tener y he tenido.

Vivimos en una sociedad claramente de consumo, de demostraciones bienes, de demostraciones del estatus en el que te encuentras (supuestamente). Vivimos pensando en el “qué dirán”, ¿pero, a que tanta tontería junta?, ¿por qué he de demostrar lo que tengo o dejo de tener?, ¿qué se nos pasa por la cabeza?, ¿a dónde vamos a llegar así como vamos ahora?

Lo peor del caso es que cada vez se empieza antes. Se empieza antes a querer enseñar al mundo tu capital y tus bienes adquisitivos. Los niños de hoy en día no tienen la preocupación de tener ése juguete que quieren, ésa muñeca o ése muñeco, no Ahora lo que les preocupa es de llevar bien a la vista símbolos como, D&G, Emporio Armani, Vogue, Gucci… ¿Hemos cambiado los “action man” y las “barbies” por unas bambas Dolce and Gabanna?

Los padres durante la infancia de sus hijos se preocupan de sus vestimentas, que se vea que tenemos tal cantidad de ropa que tenemos que enseñarla a diario. Ahora ya no se puede lavar una camisa puesta hoy para ponértela mañana ¡No, por Dios!, no vaya a ser que se piensen que solo tengo esa, y si encima me puedo poner alguna con un logotipo de un cocodrilo, un jinete o una bandera, mejor que mejor.

Creo que frases como “que no les falte de nada” o “que tengan lo que yo no tuve” les hace un flaco favor a los hijos de los padres que han confundido ese término. Les están obligando a iniciarse en una competición sin fin, el demostrar que tienes más que la persona que tienes sentada al lado en horario escolar. Esa satisfacción efímera de sentirse el rey de la escuela… ¿por qué no inculcar el valor de poder perderlo todo de un día para otro? Yo he llegado a ver a gente hipotecarse o pedir préstamos para poder comprar reyes, comprarse ropa o incluso comprase ése bolso que llevó la actriz en ese famoso evento y que de poseerlo demostrarías que puedes permitirte cosas como esas y tan cara como otras…

Yo sinceramente paso de todas éstas mierdas, por decirlo así. Estoy en el paro y compro la ropa en un lugar económico, que no quiere decir que vaya fatal o tal, se puede ir muy digno al comprar en la tienda que tienes debajo de tu casa. Vivo en un barrio de una gran ciudad, y vivo en un tercero sin ascensor, ¿y qué?, ¿soy feliz, verdad? Entonces, ¡por qué coño he de adquirir un bien material fuera de mis posibilidades, simplemente para hacer ver que puedo comprármelo? La estupidez humana es increíble.

P.D.: Gracias por este “paseo” y por sacarme de casa, sabes que lo necesitaba. Gracias por ser como eres conmigo y espero que nunca cambies. Como te he puesto en el sms de antes “eres un sol” y no me cansaré de repetírtelo nunca.

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