viernes, 3 de agosto de 2012

Soy un esclavo

Muchas cosas nos transforman en lo que somos y una de las principales, querido lector, es nuestra familia, que es de lo que vamos a hablar en esta entrada.

Generalmente no cuestionamos lo que aprendimos en nuestras familias y sin embargo tiene una importancia increíble.
Vayamos al tema, aprendemos dos cosas fundamentalmente:
  • El amor. ¿qué es el amor?. En nuestras familias lo que aprendemos es: qué significa amor y ser amado, y cuando seamos adultos veremos normal que los demás nos traten como hemos sido tratados y amados en casa. Bien o mal, aceptados o rechazados. Así que el amor es lo primero que aprendemos.
  • El miedo, básicamente la pregunta que se hacen muchos o nos hacemos o que os hacéis es ¿el mundo me parece un lugar seguro y divertido o me enseña a tener miedo de todo?

Hay unos patrones químicos y eléctricos muy importantes que se desarrollan y forman en la infancia, por ejemplo nuestro termostato de la hormona de cortisol, que es la hormona del estrés, que te hace saltar cuando estas estresado y cuando sientes miedo también. Y si este termostato de cortisol se ha programado a la alza, si cuando eramos pequeños te han enseñado a tener miedo de todo, saltas a la mínima. Y esto afecta al tamaño de diferentes partes del cerebro humano. Esta parte del cerebro que se puede agrandar o encoger es el hipocanto. Por ejemplo, el hipocanto de las mujeres que de pequeñas han sufrido abusos suelen tenerlo más pequeño de lo normal.

En definitiva, cuando salimos al mundo exterior, siendo ya adultos, vamos a l mundo con las enseñanzas que se nos han impuesto en casa. Sentimos amor, sentimos miedo en la medida que se nos enseñó de pequeños. Por eso es muy importante que pensemos y reflexionemos ¿qué se nos enseñó o que aprendimos en nuestra infancia?

Hay una serie de corrientes que incluso dictaminan que puede afectar el orden de nacimiento de un crío, es decir, si naciste primero, segundo... Y algo tan simple o absurdo tiene su sentido, por ejemplo: los primogénitos. Los primogénitos suelen escoger profesiones donde pueden destacar, ¿por qué? pues probablemente porque ya de pequeños sus padres esperaban mucho de ellos, algo especial... es el primer hijo y pones todos tus deseos y esperanzas en él, te dedicas más tiempo... hasta que llega el segundo. ¿Qué suele hacer este primogénito? Pues se siente responsable de sus hermanos, no quiere defraudar a sus padres, etc. Es más, voy a daros datos prácticos para que veáis que no todo es teoría. De los 23 primeros astronautas en ir al espacio, 21 eran primogénitos, el resto primogénitos únicos. O de los 11 candidatos de las últimas elecciones a la presidencia de Estados Unidos, todos eran primogénitos. Con la cual cosa quiero reafirmar que si tenéis tendencia a asumir el mando con facilidad, a dar la cara y a responsabilizaros.

Y si naces segundo, no lo tienes todo perdido, lo único que tienes que pensar más. Y hay una cosa muy interesante, lo que suelen hacer es adoptar el papel opuesto de su hermano, y suele contestarse a preguntas del tipo: ¿qué puedo hacer para ser diferente al resto?

Y a parte de todo esto existe la presión familiar. A las familias no les gusta que cambies. Si quieres cambiar ellos no te ayudaran, en principio, incluso puede que te de a ti mismo muy mala conciencia a cambiar, ¿por qué? pues porque te da la sensación que les estás fallando, que estas siendo desleal, esperan algo de ti, existe un papel familiar que has  de seguir.

Pongamos un ejemplo del funcionamiento del cerebro. Algo imaginario. Imaginaos que el cerebro esta listo y tu estás en la parte más alta. De lo que se trata es de trazar un camino que te lleve a la parte más baja. Pues bien, ese primer camino que trazarás será el más corto, rápido y sencillo, pero, si te pasas toda una tarde trazando caminos encontrarás caminos que de bien seguro serán diferentes al primero pero que puede que te gusten más. Lo que quiero decir con todo esto es que a fuerza de repetir las cosas más o menos igual las haces de forma automática y ese puede llevar a la creación de los "hábitos". Hábitos buenos o malos, pero que una vez que los creas es muy difícil salirte de ellos, porque son caminos mentales, emocionales y tu caminas solito hacia abajo.

Hay que deshacer depende que camino automático del cerebro. Hay que dedicarle un tiempo (bastante en muchas ocasiones) para crear otros caminos.

Y si estos caminos lo introducimos o adaptamos a la familia lo que tienes que hacer es cuestionarte este rol, este papel. Todos jugamos un papel en la familia. Está el brillante, el egocéntrico, el simpático... ¿qué papel adoptas en una reunión familiar? Pues si quieres cambiar dicho rol lo que has de hacer es completamente lo contrario a tu hábito, es decir, si eres el que trae el regalo, esta vez olvídalo; si eres el que prepara la mesa, esta vez no lo hagas y déjate mimar por el resto; si eres el gruñón, ten unas palabras bonitas para todo. Ya verás que pasa. Pase lo que pase siempre pasará una cosa y es que todos se resisten al cambio y al que tu cambies.  Sea a mejor o a peor, porque cuando cambias estas amenazando el núcleo familiar y a tu papel en éste.

Para cambiar tu forma de ser hay que seguir unos pasos. Para aprender y deshacer unos caminos los pasos son:

  • Piensa: ¿qué hay que cambiar?, ¿cómo?
  • Hazlo: repítelo tantas veces como sean necesarias.
  • Sé: sé quien tu quieras ser.
Los seres humanos necesitamos estabilidad, pero demasiada estabilidad lo que puede significar es que renuncies a utilizar todas tus capacidades, todos tus potenciales y que te encierres en un papel, en un guión, que aprendimos en la infancia y que tal vez no nos haga del todo feliz.

Así que no seas un esclavo sin saberlo, cuestiona como vives, lo que eres, como te relacionas con el resto del mundo y escribe tu propio guión y reinventate. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario