Idilio

Bueno… en mi vida se plantea otra cuestión, la bipolaridad de la personas…. Sí, habéis entendido y leído bien, bipolaridad.

Lo que no es normal es lo siguiente: que un día o una hora me digas que me quieres mucho, que nunca te deje y no se que más mierda y a otra hora u otro día me vengas con el cuento de que te enfadas cuando te pregunto algo de interés común, es decir, creo que tengo derecho a preguntarte cosas que me afecten y que si de buenas a primeras te enfadas yo me cuestiono si tu respuesta es verdadera o no…

Sí es así de triste, desconfío de ti, desconfío de tus respuestas y desconfío de tus lugares donde me dices que estás cuando te llamo…

Pero es más triste otro asunto que me tiene muy preocupado… y es que me da exactamente lo mismo si me mientes o no, me da exactamente lo mismo si estás en el lugar que me dices y me da exactamente lo mismo si me respondes con una mentira...

Y muchos pensaréis pues mejor que no te importe… pero la cuestión es que es mi pareja y en principio si me tendría que importar que me mienta o que no, me debería importar si está en el sitio donde dice y me debería importar muchas más cosas que no me importan…

Recuerdo la conversación que hemos tenido esta tarde… y no sabía como hacerte entender que quería que vinieras a mi casa este fin de semana, que quería verte aunque fuera el sábado, no sabía como decírtelo…. Pero la cuestión viene cuando creo que tu tampoco quería entenderlo… no sé, al final te he acabado diciendo que no quería que vinieras este fin de semana porque tenia cosas que hacer y en parte es verdad, no quiero que vengas este finde, paso de que vengas, que te des cuenta de que yo también tengo mi vida y que no solo la tienes tu, que si yo quiero también puedo quedar con mis amigas…

Después más tarde, te has conectado y me has dicho que prefería no venir este fin de semana porque así me podías dedicar el próximo íntegro para los dos… fíjate… en otras circunstancias hubiese pensado que bonito… que agradable todo… pero es que no es lo que pienso… pienso que me has metido otra trola… ¿y sabes qué? Que no me importa… y es ahí donde entro otra vez con la reflexión… ¿Qué ha sido de nosotros? ¿Dónde está todo ese cariño que derrochábamos? ¿Por qué has cambiado a peor? ¿Por qué me dices que no te abandone, que o te deje nunca cuando solo haces que ponerme en bandeja esas cosas? ¿Por qué? No entiendo nada…

¿Se acabó el amor de tanto usarlo? Pues quién sabe… puede que sí… no lo sé… no sé a dónde llegaremos, es más, no sé ni que será de mí de aquí a una hora, lo que si sé es que así no se puede ir por la vida… Aceptaste las condiciones de compartir la vida con una persona, conmigo, y yo no he cambiado, no tengo dos caras… ¡no soy como tú! ¿A qué viene todo esto? ¿Realmente me quieres tanto como dices?

Esta noche me voy de cena, me voy con una amiga que me ha demostrado que la distancia no importa, que no porque estemos lejos vamos a dejar de lado la amistad que tenemos ella y yo… ¿Y tú? ¿Qué me has demostrado?

Me viene a la cabeza otra conversación que tuvimos tu y yo donde me dijiste que siempre me molestaba algo y tienes razón,hay a veces que me molesta lo que haces y por eso te lo digo y no me lo callo, te lo expliqué, me da rabia que vayas predicando y prohibiendo cosas que después tu no las cumples… El ejemplo más tonto que podía ponerte pero que sirvió para darme cuenta de lo egoísta que puedes llegar a ser… Tengo una sudadera encima de mi cama, voy a quitarle, de repente saltas y me dices: no la quites que me da rabia… Al día siguiente vas tú y la quitas ¿entonces que pasa?... tu contestación fue la siguiente: Puede que esa sudadera no se pudiera mover ese día y que cuando yo la moví fue porque si se podía… AAAAHH CLARO – te dije – es que tu tienes el poder de decidir cuando se puede hacer y cuando no… claro… lógica aplastante…

No sé, creo que estoy abriendo los ojos poco a poco y me estoy dando cuenta de que no me haces ningún bien, alomejor viene siendo hora de acabar con todo esto de una vez y para mucho tiempo si más no…