jueves, 10 de marzo de 2011

Lo que la verdad esconde

Siempre está la típica pregunta que suele hacer bastante gente ¿es bueno que la pareja tenga secretos?, y realmente ¿nos hemos parado a pensar en lo que ello implica?

Yo siempre digo lo mismo: no es necesario contárselo todo, pero todo lo que se cuente ha de ser verdad.

Claro está que una pareja se rige por dos pilares fundamentales: la sinceridad y la confianza, pero a pesar de ser esto así, no implica en ningún caso que la pareja no pueda tener secretos.

Las personas más afines a mi, en alguna ocasión me han preguntado que cómo puede haber secretos entre ellos sin que la relación se resienta. Claro, entonces es cuando toca matizar los conceptos: una cosa son los secretos, que sería toda esa información referida a hechos personales, pensamientos o sentimientos que forman parte de los seres individuales y que no se quieren compartir con nadie más, ni siquiera con tu pareja. Y luego tendríamos dos conceptos a parte muy distintas que sería, una, la omisión de la información de manera intencionada, y dos, las mentiras. Y aquí están. Sí. Son estas dos últimas las que pueden poner en peligro la estabilidad de la pareja, dando lugar a afectar directa y negativamente sobre la confianza.

Claro está que dentro de la pareja cada uno tiene su pequeño rincón individual sin necesidad de compartirlo, pero lo que se ha de evitar a toda costa son los engaños, las mentiras y el no querer contar las cosas por miedo a la reacción de la pareja.

Una solución visible a todo esto sería no contarlo todo pero hacer que todo lo que se cuente sea verdad. Y entonces es muy probable que la comunicación con la pareja sea fluida y positiva.

También hay que aclarar dos conceptos. Hay que diferenciar el campo privado y el íntimo. Como no, antes de continuar, pido ayuda a algunos especialistas para que me ayuden a definir los dos conceptos. Y si aplicamos los conceptos a la pareja podríamos decir que la privacidad hace referencia a los dos miembros de la pareja tomados como una unidad, y sin embargo, la intimidad, es aquella parcelita personal e individual que tiene cada miembro de la pareja por sí mismo y por sí solo. Es por eso que para consolidar la pareja y tener la sensación de seguridad y libertad debemos conservar una parte de nosotros que no tiene por qué ser compartida. Es lo que llaman algunos psicólogos: “un equilibrio entre pronombres: construir un nosotros sin rechazar al propio yo.”

Vamos en términos generales, la mayor traición que se puede vivir en el mundo de la pareja, según me cuentan y según mi testimonio personal, es la infidelidad que normalmente ésta va acompañada de una serie de engaños y mentiras.

Como conclusión al aporte de hoy, podría decir que penséis las cosas, porque toda actuación tiene sus consecuencias. Y creerme, tarde o temprano se pagan. Por eso y mucho más: ¡no caigáis en la rutina!

No hay comentarios:

Publicar un comentario